VERSOS DE FUEGO Y SANGRE

La poesía de A Sangre y Fuego

Friday, August 19, 2005

Haciendo Sombras y otros poemas

Haciendo Sombras

ré apagando las luces
dejaré a oscuras la cocina y el comedor
iré apagando, despidiéndome de las raras esquinas
de las, ya entonces, sucias escaleras,
de las fotos de paso
sin miradas a tientas,
abandonaré oscuridad tras de mí
sin querer iré apagando caras,
recuerdos,
será un paseo entre paredes
con los oídos tapados,
entonces entraré en tu habitación
apagaré la luz y dormiremos
solos,
tú y yo.


Año sin estaciones

Ha pasado un año
sobre mi piel,
temperaturas, lluvias,
vértigos de sol,
delante de mis ojos
han pasado mentiras...
y es que es un año de melancolías
sin estaciones
sin luces que violen mi retina
sin esperanzas que me devuelvan la vida.


Sobre la autora,

"Mi nombre es Carmel, a veces Reina (mora) otras simplemente CarmelHassan. Tengo 22 años y hasta ahora mi vida literaria se ha reducido aun par de premios (cuento y poesía) y la publicación en internet detodo lo acumulado en los últimos siete años.Me gustan las tautologías, violar diccionarios, los pies de las letras(fetichista sí), el espacio entre líneas y las fuentes pequeñitas (aser posibles blancas sobre fondo negro).También me gusta escribir así, desde la intimidad, sin pretender másque lo que mis palabras digan, provocando, si acaso, alguna sonrisainterior."

Wednesday, August 10, 2005

Miré dentro de mí
encontré telarañas,
más allá de donde las
vísceras se secan,
sueños disecados,
ilusiones en salmuera.
Donde el odio se encuentra
en botellas de vino
perfectas,
por la perfección
que otorga el odio.
Pero ni el odio ni la envidia
tiñen mis entrañas.
Sólo el azul de metileno
sólo el azul
de metileno y
me arrepiento
de todos los autómatas
que-pudo-ser-y-no-fue.
Me arrepiento de todos
los cadáveres que me rodean
con su carencia de consecuencia.
Y morfina
disuelto en láudano.
Como los helados de mi infancia
durante las horas de siesta.
Todos aquellos rostros
se deformanse difuminan
Como el grito de Munch.
Me acostumbro
a caminar entre sombras
furiosa.

Los sueños sólo son de ida.

María L. Castejon
A modo de presentación:
Llevo un rato largo pensando qué decir de mí, y ante mi más completo asombro, las palabras que me salen son absurdas y escasas. Para ser sincera no quiero presentarme. No quiero ser formal y decir lo que soy a modo de presentación en una terapia de grupo cibernética
“Hola, me llamo María y a veces escribo.”
¿Y a mí qué? ¡Anda vete a que te frían un paraguas! Dirían o pensaría muchos y es verdad. ¿A quién le importa un nombre? Puede ser falso. ¿A quién le importa lo que hago? Puede no ser verdad.
Entonces descoso poco a poco las suturas que oprimen mi relleno, abro un poco y me asomo dentro y lo que veo es una mujer pequeña con aire ausente a la que le gusta sentarse en los cafés e inventarse historias de la gente que pasa, le gusta el café amargo, le gustan las canciones tristes y los poemas desesperados, le gusta el pelo rojo y comer chicle de fresa, le gusta sonreír y hasta soñar, le gustan las boinas y los tacones altos, le gustan los dulces y los secretos al oído, le gustan los corsés y ver la tele desde el sofá aferrándose a una taza de té verde. ¡Ah! Y el chocolate, le gusta mucho el chocolate pero en el pecho de su amante.
Entonces cierro y coso de nuevo. Me sorprende ver las pequeñas piezas que me forman ¡y pensar que yo sólo quería ser chico!

Saturday, August 06, 2005

Fui y estuve aquí, no término medio,
sino orificios limpios en el pecho
del mandril de aquella vez, concédeme
ponerle piernas, brazos, a lo nuestro:
ya explicaste cómo era el que las cosas
pasan y no pasan, pero aún dejan
de pasar y yo le busco al que pasaba
que no sea mero hocico dando el cante,
remordiendo su melena por perdida,
aun sin saberse liza o si patraña
y pues que no interesa y ya ni quieres
su cabeza, por mí el bicho se caerá
de bruces del espanto al verse manos
en lugar de un cepo y carrillera.

Thursday, August 04, 2005

línea 9 la página gruesa
del andén un manto lechoso
sobre gafas azules y boina
francesa las pantallas crepitando
hasta dar pie a ese tintineo
dócil del tacón que rebaña un rastro
de yeso un filtro del cigarro
último que fumarás hoy un trámite
a deshora a quién le tiendes
este baile de pupilas fugas el flirteo
algo cobarde entre estaciones
su bosquejo igual si arrinconase
hacia el bordillo un recital
de radios y carnes

Wednesday, August 03, 2005

Para con Madrid u otras ciudades
de la mente no va ya esa indiferencia
que te eliges engañando a medias
el calibre de los versos, pues recoge
algún casquillo y bólidos tachones
te amanecen tuyos, entra al callejón
mientras masticas indecisa pólvora
en las manos y desdices al metal:
cuando recuerda si esto debes muerto
a sus metrallas de una nueva sílaba,
te abrigas en el nadie es inocente,
si acaso sigue dándole neblinas,
nácar, y que muesque la culata
de lo púdico perfecto al reincidir.